Transmitido por Aire. Del Colectivo de los Niños de la Ley del Uno.
Traducción Pierre Díaz
Soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel del Retorno.
Vengo hoy, darles a saber que el tiempo llegó, para mí, de golpear los tres golpes, precediendo el levantamiento del velo.
En este momento, los espacios, las distancias entre vosotros y nosotros, serán reducidos a nada. Y estaremos en el tiempo de los reencuentros.
No habrá, hablando claro, manifestaciones exteriores. Lo esencial se situará en vosotros, incluso sí – se lo dijimos – lo que pasa al exterior pasa al interior, y recíprocamente. Pero, no busquen nada, no esperen nada: estos tres golpes son el Llamado, el símbolo de la Tri-Unidad desgarrando el velo.
El momento llegó, en donde cada uno de vosotros tendrá la posibilidad de reunirse, por fin, a su Eternidad. Esto se hace y se hará de la manera más natural posible... en toda humildad, en toda sencillez. Y llenos de Gracia, se reunirán a vuestra Morada.
Evidentemente, les convendrá aun, para algunos, recorrer este mundo. Pero... recorrer este mundo, una vez reencontrada vuestra Morada de Eternidad, ya no es realmente lo mismo. Esto es felicidad, y Gracia permanente; el Servicio es Transparencia, Vida y Alegría.
Entonces, queridos amigos, queridos hermanos de Luz y hermanas de Luz, una vez el velo levantado, deberán de escoger dar el paso, o no. Sois maestros de vuestro porvenir.
El tiempo de la abertura del velo es suficientemente importante, para poder permitir salvarlo con toda serenidad, en toda tranquilidad. No hay ninguna necesidad de precipitarse.
Queridos niños de la Ley de Uno, es hora de reunirse al Uno. Pase lo que pase – se lo dijimos – el velo será levantado, que lo quieran o no. Pero si lo quieren, si lo viven en la Alegría y la Felicidad, entonces la Vuelta a vuestra Morada de Eternidad será ampliamente facilitada.
Regocijemos-nos pues de este tiempo que viene, de estos golpes que resuenan, anunciando el fin de un tiempo…
Amigos de Luz, reúnanse en este punto preciso de la Vuelta...
Vengan a recibir la Gracia, vengan a recibir vuestro debido.
Hemos obrado, vosotros y nosotros, para que este tiempo particular sea lo más suave posible y, por eso, sólo podemos felicitarnos. Desde donde estamos, esto se ve como un gran éxito. Pronto, esto también será visible en vuestros ojos.
Amigos en humanidad, regresen a vuestra Eternidad, y hagan resonar para el conjunto de vuestros hermanos encarnados el sonido de los tambores del Uno…
Que sea llevado alto y fuerte el Amor de la Unidad reencontrado…
Estemos inmersos juntos en esta Felicidad, para siempre reencontrada…
Les saludo, niños de la Tierra, niños de la Ley de Uno, y... pronto, escuchareis resonar los tres golpes.
Transmitido por Air
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Con amor,
Lucía Montaño Ferrer